Australia, un sueño difícil pero no imposible
Australia. ¿AUSTRALIA? ¿Cómo te vas a ir a Australia? Pero si eso está… está… ¡Está muy lejos!
Estas fueron las palabras de todas las personas a las que les conté mi nuevo plan. Muchas de ellas tras haber escuchado lo que tenía pensado, me dijeron que podía ser una gran oportunidad para mejorar el inglés, crecer y madurar, y sobre todo tener más experiencia sobre la vida. Otras muchas me dijeron que era algo imposible de conseguir.
Yo soy de las que piensa que en esta vida NADA ES IMPOSIBLE, sino que por difícil o poco probable que sea, siempre hay oportunidades si uno las busca. Y más aún teniendo un gran apoyo a mi lado. ¿Quién? Pues él. ÉL. Mi novio. Fran. La persona a la que aguanto día tras día desde hace poco más de 3 años, con la que comparto mis penas y alegrías, la única que consigue sacarme de quicio y hacerme reír en el mismo segundo. Esa persona con la que he decidido compartir esta nueva etapa en mi vida.
La verdad que pensándolo en frío, irme a la otra punta del mundo, a las antípodas, es mucho más fácil a su lado que sola. Aunque realmente, la idea de todo esto fue suya. Los dos somos amantes de la naturaleza, aunque yo lo veo más bien como un hobby y el más como una profesión, y viendo el panorama en España, tuvo la genial idea de proponerme que nos fuéramos juntos a algún sitio a estudiar la carrera, puesto que este es nuestro último año antes de empezar la universidad.
A mi siempre me han llamado la atención los países extranjeros, pienso que uno debe vivir donde le plazca, no donde haya nacido por ese simple hecho. Así que una vez decidido que queríamos irnos juntos, y como yo aún no sabía (ni sé) que quería estudiar en Australia, la decisión estaba en sus manos.
Y así surgió la ilusión. La ilusión por comenzar una nueva vida juntos, compartir un sueño, vivir algo especial, aprender… Y esa ilusión fue la que nos hizo seguir luchando a pesar de ver que se nos cerraba una puerta tras otra, a pesar de que cada vez había más piedras en el camino.
Lo más difícil de todo es que hay que buscar mucho, pasar muchas horas sentado delante del ordenador para encontrar algo de información que realmente interese o sea de utilidad. Claro nosotros buscábamos en español, pensando que quizás pudiéramos encontrar algo, pero hasta que no comenzamos las búsquedas en inglés, no conseguimos nada. En ciertos momentos te sientes frustrado: no entiendes nada, necesitas ayuda, orientación… ¿Pero a quién se la pides? ¿A quién conoces que sepa algo de un país que está en la otra cara del planeta? Al menos, nosotros a nadie: estábamos muy perdidos…
Pero dicen que incluso en la oscuridad, siempre hay luz, por poca que sea; así que no perdimos la esperanza.
Nos vemos muy pronto en el paraíso.
N.
