Nadando entre tiburones en Australia
Mil veces os he dicho que me dan pánico los tiburones; o mejor dicho, me daban. Les sigo teniendo mucho respecto, obviamente, pero no miedo. Y lo que me ha servido para quitarme el miedo ha sido terapia de choque: nadar entre tiburones. Si, suena a locura, pero ver un tiburón mientras buceaba me ha quitado todos los miedos de un plumazo.
Un día soleado, mientras disfrutábamos de una experiencia de snorkeling increíble en Moreton Island tuve un encontronazo con una de estas bestias. Estaba nadando tan tranquila entre los barcos hundidos buscando peces con Fran, sin absolutamente nadie más a nuestro alrededor, cuando vi una sombra bajo mía. Se me subió el estómago hasta la garganta, se me aceleró la respiración y me paralicé. No puede ser, pensé; recé en mi interior: que no sea un tiburón, que no sea un tiburón. Pues si, lo era. Un tiburón de por lo menos 2 metros (era bastante más grande que yo) estaba nadando por debajo mía.
Creo que si me hubiera puesto en vertical en el agua (ya que yo estaba flotando, en paralelo al animal) hubiera podido tocarlo. Nadaba muy placidamente, con tranquilidad, despacio. Fran aun no lo había visto, hasta que lo agarré del brazo y se lo señalé. Y ahí lo mirábamos los dos, mientras nadaba hacia los wrecks, y desapareció entre ellos. Esos 15 segundos me parecieron horas; pero no de agonía, sino de paz. Como he dicho, al principio me paralicé del miedo, pero después ese miedo desapareció; me inundó un sentimiento de emoción, belleza, majestuosidad. Luego en casa, investigando en Google, descubrí que era un Nurse Shark: no son agresivos y si muy bonitos. Sé que muchos pensaréis que estoy loca por decir esto, pero fue lo mejor que me podría haber pasado nunca, sobre todo para perderles el miedo.
La ironía es, que a pesar de ser tan grande y haber pasado tan cerca mía (y tenerles tanto pánico), he perdido ese temor tan innecesario. Me pareció un animal con tanta belleza y elegancia, que quedé emocionada por él, tanto que no podía dejar de mirarlo; no quería que se fuera. Ese fue mi primer encuentro con un tiburón, y espero por que no sea el último.
Esta foto, por ejemplo, se hizo viral hace unos años: un tiburón Nurse Shark le muerde a una modelo en las Bahamas 😮
Nos vemos muy pronto en el paraíso.
N.