Querer es poder
A veces tenemos un sueño y lo compartimos con las personas de nuestro alrededor, como vienen a ser nuestra familia y amigos, y nos dicen que es imposible, que es algo inaccesible. Entonces una voz en nuestra cabeza nos dice que quizás tienen razón, y lo dejamos ser solo eso, un sueño.
Recuerdo que hace algo más de 3 años, cuando vivía en Málaga, Fran y yo habíamos empezado a pensar en la idea de terminar bachillerato y darnos a la fuga. Y Australia era el país que más nos llamaba la atención por su calidad de vida, paisajes y naturaleza, y oportunidades de trabajo. Llevábamos semanas investigando sobre como emigrar a Australia. A pesar de que aun no teníamos un plan para dar el salto, no olvidaré la primera vez que le comenté a alguien mi plan.
Estaba en clase, sentada al lado de mi mejor amiga, y le escribí una notita:
– Estoy pensando en irme a Australia cuando terminemos el curso.
+ ¿Australia? Pero que dices pava, no digas tonterías, ¿Cómo te vas a ir tan lejos?
Era difícil explicarle al resto del mundo que nos queríamos ir, a la otra punta del planeta, sin saber inglés (en este caso Fran), sin trabajo, a la aventura, y pagando un dineral entre visados, cursos y ahorros para llevarnos. Si lo pensamos así en frío, si, es una locura y de las gordas. Pero y ¿por qué no cometer locuras? ¿De qué sirve perderte las cosas buenas de la vida, por miedo a que salgan mal?
Sé que es difícil dejarlo todo atrás y confiar en una idea tan loca. Pero yo agradezco tantísimo ese momento en el que dejé de pensar racionalmente, y cometí la mayor locura de mi vida; porque si no hubiera venido a Australia, no sería tan feliz como soy ahora, y eso lo sé de seguro.
Creo que algo que tenemos en común todos los españoles en Australia, o de otros países lejanos, es que somos unos valientes. No es fácil irte tan lejos de casa. Y no, los que van a Londres no pueden comparar la experiencia, ya que estando allí puedes bajar de vez en cuando a ver a tu familia y amigos. En Australia, cuando te pasa algo malo, tienes que afrontarlo tu solo, no puedes volver a casa cuando te apetezca; aprendes a valerte por ti mismo, limpiarte las lágrimas, y seguir adelante con la cabeza bien alta. Es por eso que la experiencia de vivir en Australia le gusta tanto a todo el mundo: porque lo bueno se vive muy intensamente, y lo malo también, pero de esto último aprendes mucho, y eso te hace crecer. También te apoyas mucho en los amigos que haces aquí, los cuales tras unos meses, se convierten en tu familia.
Como decía al principio, a veces los sueños se disipan, porque nos parecen tan difíciles de alcanzar, que preferimos ignorarlos y pasar a otra cosa. Yo en mi opinión creo que, querer es poder; si quieres algo de verdad, encontrarás la manera de llevarlo a cabo, sea como sea. Siempre hay soluciones; para todo. Así que deja de poner excusas. Miles lo hemos conseguido, ¿Por qué no lo vas a conseguir tú?
Nos vemos muy pronto en el paraíso.
N.
