Conociendo Brisbane y sus alrededores
En este primer mes que llevamos en Australia no es que hayamos hecho demasiado ocio, ya que entre la búsqueda de alojamiento y TRABAJO se nos ha ido casi todo el tiempo, pero los fines de semana es cuando estamos intentando descubrir pequeños rinconcitos de ésta preciosa ciudad y de sus alrededores. Y es que en Australia hay miles de lugares y eventos increíbles. Y, aunque vinimos a este país con la intención de trabajar y aprender lo máximo posible, también queremos aprovechar la oportunidad para viajar.
Uno de mis hobbies favoritos desde que llegué a Brisbane ha sido montarme en el ferry. Cada vez que me subo, y el barco comienza a navegar por el río, el viento me roza la cara y se me ponen los bellos de punta; huele a mar, y siento que vuelo.

Otro de nuestro sitios favoritos, y una de las primeras cosas que hicimos nada más llegar a Brisbane, fue ir a Southbank, un lugar muy especial. Es un conjunto de parques enormes, con de bares y restaurantes, un largo paseo para practicar deporte o pasear mientras estás rodeado de arboles y flores a doquier. También hay una noria, la cual le da un toque muy especial, y sobretodo y más importante, una playa artificial. Está claro, que no se puede comparar con una playa real, pero está bien para darse un chapuzón en los días de calor. La arena es super blanca, importada de las playas de Gold Coast, y el agua siempre está a una temperatura perfecta, por lo que es inevitable meterte.

En esta zona de Southbank, se celebran muchos festivales tanto de música como de comida casi todos los fines de semana. Hace un par de semanas, hubo un evento alucinante, el Brisbane festival: durante unos días estuvieron haciendo un espectáculo de luces, fuegos artificiales, conciertos, puestecitos de comida… y todo esto gratis y al aire libre. Y aunque nos perdimos los fuegos porque pensábamos que serían sobre las 10 de la noche y fueron a las 7 (los guiris que lo hacen todo muy temprano), disfrutamos paseando por las distintas atracciones que montaron.
También hemos estado en un par de playas. Fran y yo somos amantes del mar, qué menos después de haber nacido en la costa; así que no hemos podido evitar escaparnos a alguna. Primero fuimos a Gold Coast, a un par de horitas en transporte público. Pasamos el día en Surfers Paradise; y la verdad que nos gustó bastante. Es algo diferente a las playas a las que estoy acostumbrada, pero se parece bastante a las de Benidorm en cuanto a que enfrente del mar, hay enormes rascacielos. La diferencia es que la arena es blanca, el agua transparente y hay olas gigantes. Además hay mucho ambiente, mucha gente joven y ¡Surferos por todas partes!

Y tras haberlo pasado tan bien ese sábado, el siguiente nos fuimos a otra playita a tres horas, pero está vez al norte: Sunshine Coast. Dicky beach es uno de los lugares más paradisíacos en los que he estado. La foto que os dejo abajo que hice lo dice todo. La pena es que ese día hizo demasiado viento, y el agua estaba realmente congelada (el pacífico, que está muy fresquito), pero las vistas valieron la pena. Este es uno de esos rincones escondidos que realmente valen la pena. Love it!

Estamos descubriendo algunos de los majestuosos lugares que ofrece este país, pero nos queda muchíiiiiiiiisimo por ver: lo que queda claro, es que estamos disfrutando Australia con todas nuestras ganas, y espero poder seguir haciendolo durante bastante tiempo.
Nos vemos muy pronto en el paraíso.
N.