Byron Bay, mi paraíso soñado
Desde que llegué a Australia he ido descubriendo pequeños rinconcitos de este país; lo que nunca imaginé es que uno de ellos me robaría el corazón. Como os conté en 2014, aprovechamos las vacaciones de navidad para dar un salto a Byron Bay y corroborar con nuestros propios ojos que era un lugar mágico, algo que todo el mundo nos decía.
Byron Bay es un pequeño pueblecito costero (una de las razones por las que me gusta tanto) con un encanto especial, situado en el estado de New South Wales. En él, se respira un rollo tan hippie que es hasta palpable; es uno de esos sitios que te paran la respiración, que te hacen pestañear dos veces porque crees que estás soñando; uno de esos lugares que te roba el corazón y no te lo devuelve. Este pueblo es amor u odio a primera vista, todo el mundo lo dice; como veis yo siento puro amor por Byron Bay.
Ha pasado a ser mi lugar favorito del mundo por muchas razones: el ambiente bohemio de sus calles, porque es pequeño y me encantan los pueblos y que todo el mundo se conozca entre sí, por sus playas que son preciosas, el arte y la música callejera, los atardeceres y amaneceres que deslumbran la mirada de cualquiera, por transmitir tanta paz, porque su gente es una comunidad sonriente y cool, por su moda hippie, LA COMIDA 5* DE SUS CAFETERÍAS Y RESTAURANTES, el sol resplandeciente y el respeto y amor que se le tiene a la naturaleza la cual inunda los alrededores de este lugar; y como no, por sus good vives.
Byron es el paraíso con el que siempre había soñado; tiene todo lo que busco en el lugar en el que quiero vivir, así que no descarto la idea, más adelante, de mudarnos a esta bahía y vivir en Byron Bay. De momento lo que voy a hacer es venir todo lo que pueda a disfrutarlo y seguir enamorándome: cheer up (anímate-se feliz), slow down (conduce despacio), chill out (relájate)…
Nos vemos muy pronto en el paraíso,
N.